El hallazgo de restos de animales prehistóricos convirtió al partido de Marcos Paz en un verdadero tesoro paleontológico. En la reserva “Francisco P. Moreno” se pueden observar las huellas que las distintas eras geológicas, con sus respectivos cambios, dejaron en esta región de la Provincia.
Se trata de una excelente propuesta para recorrer en familia durante los días de sol de las vacaciones de invierno.
Hace algunos años, el municipio creó el proyecto “Marcos Paz, tierra de mastodontes”, que surgió cuando comenzaron a encontrarse fósiles de este animal que vivió en la era cuaternaria. “El lugar era una tosquera, que luego se convirtió en la reserva paleontológica”, explicó Victoria López, licenciada en Biología y directora del Museo de Ciencias Naturales “Lucas Kraglievich”.
En una superficie de 25 mil metros cuadrados, la reserva “Francisco P. Moreno”, ubicada sobre el kilómetro 48 de la Ruta Nacional 3, presenta más de novecientos tipos de fósiles. Los hallazgos que ocurrieron en este predio despertaron gran interés en el ámbito científico.
Los visitantes se muestran asombrados cuando pisan el suelo que tiene ocho mil años de antigüedad. También les resulta atractiva la posibilidad de encontrar fósiles durante el recorrido, debido a la importante cantidad que hay en el lugar.
“En una de las visitas, dos nenes de cinco años hallaron huesos de un gliptodonte -esas mulitas gigantes- que no habían sido vistos. Los chicos fueron protagonistas porque ayudaron a encontrar este fósil que después fue extraído”, recordó la especialista.
En el sitio, se descubrió una especie nueva de cóndor prehistórico: el Pampagysps Imperator, emperador de las pampas. Otros de los hallazgos importantes fueron las ostras marinas fosilizadas y, cerca de ellas, los restos milenarios de caballo. Según explicó López, con las sudestadas el mar llegaba hasta la costa, actualmente parte de la reserva, y depositaba distintos materiales.
“Los fósiles que se encuentran son llevados al repositorio del museo donde se los cuida, se los clasifica y se los limpia, para luego completar las fichas e ingresarlos al patrimonio paleontológico y arqueológico de la provincia de Buenos Aires”, detalló la directora del museo “Lucas Kraglievich” que se encuentra en la calle José C. Paz 146.
Los invertebrados muy pequeños que se logran preservar son muy requeridos por la comunidad científica porque generalmente suelen destruirse.
Un itinerario por tiempos prehistóricos
La reserva y el museo invitan a grandes y chicos a hacer un recorrido por las edades de la Tierra y también a conocer la megafauna que habitó el territorio provincial hace miles de años.
La visita por la reserva se realiza con un guía especializado quien describe los restos hallados mientras relata la cantidad de años que tiene el terreno sobre el que se está caminando. También hay un espacio de interpretación con fósiles rescatados donde se explica el trabajo que realizan los paleontólogos.
El museo, además de poseer una sala de paleontología, cuenta con espacios de astronomía y zoología que fueron reacondicionados, este último será reinaugurado en el receso invernal. Además durante las vacaciones se harán talleres de preparación de fósiles y de paleo manualidades.
Marcos Paz atesora una gran riqueza de valor científico inigualable que, como parte del patrimonio bonaerense, permite conocer un poco más sobre el mundo que habitamos y nos invita a vivir una experiencia extraordinaria entre los restos de nuestros gigantes antepasados. Otro imperdible de la Provincia para conocer durante el próximo fin de semana largo de junio y en vacaciones de invierno.
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CRÉDITO FOTOS
Marcos Paz: Federico Bondonno