Las especialidades checas incluyen tanto los platos con carne, como sin carne. Comidas de elaboración compleja, así como comidas fáciles caseras y que toda la familia puede disfrutar. La cocina checa incluye especialidades como el asado de cerdo con bolas de masa hervida de varios tipos y col, así como una simple tortilla de patatas con especias, frita en manteca de cerdo o dumplings de masa de harina o requesón rellenos de fruta y cubiertas con mantequilla derretida.
Entre los interesantes platos de la cocina checa, que tienes que probar, también hay platos de verduras y legumbres, carne de conejo o caza. Sin embargo, no debemos olvidar las increíbles salsas, sopas y platos dulces, como los bollos y pasteles de mermelada de ciruelas que tanto aman los checos. Y si los viajes te llevan a Bohemia del Sur, a la Región de Třeboň con innumerables estanques, no puedes perderte el pescado fresco de agua dulce preparado de manera excelente.
¿Te apetece algo dulce? En Hořice, cerca de las montañas Krkonoše, se producen cañoncitos de Hořice, que son obleas arolladas rellenas de crema. En Pardubice, en Bohemia del Este, puedes degustar el dulce pan de jengibre, que se ha producido aquí durante varios siglos, y en Štramberk en Moravia, las orejas de Štramberk con olor a especias. Y si no te gustan los dulces, ve a Olomouc y al pueblo cercano de Loštice. Aquí se elabora un queso especial madurado, bajo en grasa y muy aromático, llamado “tvarůžky” (queso madurado de requesón). Y hablando de queso, los deliciosos vinos de los enólogos de Moravia del Sur maridan bien con él. Puedes degustarlos en casi todo el sur de Moravia, por ejemplo, en el castillo de Valtice, en su exposición de degustación Salón de Vinos de la República Checa. Si lo que buscas es un sabor clásico y sin igual no dejes de probar las obleas de KarlovyVary, estos barquillos de forma redonda te acompañarán en tus caminatas y endulzarán todos los paisajes de la reina de las ciudades -spa europeas.
Si te interesa la historia de las especialidades gastronómicas, puedes visitar el museo de tvarůžky en Loštice, donde fabrican la delicia popular. Allí también te enterarás, que los syrečky se pueden utilizar para la preparación de los postres dulces. No dejes de visitar la Company Store en Olomouc, Brno Ostrava y màs, para conocer y disfrutar estos sabores.
Las Obleas de Karlovy Vary representan un plato dulce tradicional y muy popular. Se prepararon por primera vez antes del año 1800, por aquel entonces las obleas diferían de las actuales ya que simplemente se espolvoreaban con azúcar y su destino eran los pacientes del balneario. Más tarde los cocineros del balneario fueron aumentando las capas de oblea, añadieron especias que junto con las aguas termales y la sal de Karlovy Vary forman el sabor específico de las obleas que hoy conocemos.
La primera panadería de obleas del balneario surgió en el año 1867, desde entonces las obleas gozan de gran popularidad y son la delicia preferida para tomar durante los paseos por las arcadas del balneario, así como un recuerdo de los momentos pasados en Karlovy Vary y el regalo favorito de recuerdo para familiares y amigos. Puede probar Obleas de Karlovy Vary, entre otros, con sabor de chocolate, avellana y vainilla, de diferentes formas como las más famosas que recuerdan un triángulo. Las Obleas de Karlovy Vary son algo excepcional, incluso puede tomarlas calientes.
1. Festival Internacional de Mùsica de Cesky Krumlov
14 julio al 5 de Agosto
Escucharás varios géneros de música: música clásica, jazz, folclore, musical, ópera y música fusión. Los espectáculos barrocos experimentales son una verdadera especialidad del festival, se celebran en el teatro barroco más antiguo del mundo.
4 Agosto
Chequia en una imagen
5 puertas, 5 capillas, 5 estrellas. La Iglesia de San Juan Nepomuceno en Zelená hora es una de las construcciones más originales de Europa que aún sigue asombrando a visitantes de todo el mundo. El monumento de la UNESCO y obra del genial arquitecto Jan Blažej Santini Aichel es un lugar que deberían visitar todos los que aprecian la mística e inconfundible arquitectura relacionada con la poderosa historia de San Juan Nepomuceno, un santo checo.
La historia del santo checo Juan Nepomuceno, que fue asesinado porque no quería revelar el secreto de la reina, dio motivo a la construcción de la iglesia. San Juan, después de ser torturado mucho tiempo, fue arrojado ya muerto desde el Puente de Carlos en Praga al río Moldava. Según la leyenda, en ese momento aparecieron sobre su cabeza cinco estrellas. Desde aquel entonces fue la estrella y el número cinco considerados los símbolos del santo.