Sol, calor, naturaleza y relax encabezan la lista de los deseos para una escapada invernal a las playas de Brasil. Cálidos todo el año, los estados de Alagoas, Bahía y Pernambuco cuentan con algunos de los mejores resorts del país; arenas blancas, aguas cálidas y cristalinas como en el Caribe, pero sin huracanes y con precios mucho menores.
Bahía
El estado nordestino es sede de algunos de los mayores y más originales resorts brasileños, para todos los perfiles de usuarios, desde familias hasta los de turismo corporativo. Conocida por la riqueza de su cultura y patrimonio natural, Bahía cuenta con infraestructura y tradición turística, un litoral de 900 kilómetros de extensión y 56 islas (aunque apenas una, Itaparica, es un polo turístico).
Con calor todo el año, Bahía es sinónimo de carnaval, música y gastronomía que mezcla la influencia lusitana con la huella afro. Su capital, Salvador, es conocida como «la Roma negra», por composición racial y su importancia histórica como la primera capital de Brasil. Sus playas se cuentan por decenas, pero algunas de las más lindas son Costa do Sauípe, Morro de São Paulo, Itacaré, Praia do Forte, Corumbau, Caraíva, Trancoso, Porto Seguro, Comandatuba y Boipeba. Otras playas bahianas, de inmensa belleza natural, no ofrecen la misma infraestructura turística, por eso la elección de un resort garantiza todas las comodidades en un solo lugar.
La isla Itaparica también es un paraje pintoresco y tropical (llueve sólo entre mayo y julio), ubicada a 10 kilómetros de Salvador y con buena oferta de establecimientos con el sistema todo incluido. La conectividad a través de ferris es regular, y el viaje demora 45 minutos saliendo de Salvador. La variedad de alojamiento está garantizada porque la isla tiene más de 500 hoteles en funcionamiento; en la isla encontrarás 40 km de playas aptas para el turismo, para todos los gustos: repletas, animadas o semi-desiertas.
Para quienes ya quieren una pausa invernal, la lista los más renombrados y mejores resorts de Bahía incluye a Transamérica, Costa do Sauipe Resorts, Grand Palladium Imbassaí Resort & Spa; Txai; Iberostar Praia do Forte e Iberostar Bahía; Tívoli Ecoresort, Club Med Trancoso y Arraial D´ajuda Eco Resort. Salvador tiene conexiones diarias con los principales hubs aéreos del país, como Río de Janeiro y São Paulo, con varios vuelos semanales desde y hacia Buenos Aires.
Maragogi, Alagoas
Conocido como “el Caribe brasileño”, Maragogi es un recodo del Nordeste reconocido por sus arrecifes de coral que forman espléndidas piscinas naturales (también llamadas galés), muy cercanas a la costa. La ciudad queda a menos de dos horas de viaje de las capitales más cercanas, es decir, Maceió y Recife, ambas con aeropuertos internacionales. Maragogi (se pronuncia maragoyí) ofrece turismo de resorts y en menor medida una infraestructura independiente de hoteles y posadas, ya que en la costa de los corales -en la vía que va desde Recife hasta Mararogi- hay muy buenas opciones y para todos los presupuestos, a unos 10 kilómetros de distancia.
El encanto de Maragogi -además de su clima estable y cálido todo el año- es la naturaleza que se ofrece al visitante sin mucho esfuerzo: un catamarán se adentra desde la costa hasta apenas seis kilómetros de distancia y allí se estaciona para que los viajeros puedan disfrutar de las piscinas o galés, donde el snorkel permite nadar bajo el agua cristalina entre peces de colores.
Las playas más lindas de Maragogi son Antunes y Barra Grande, a siete kilómetros del centro por la ruta AL-101, en dirección a Recife. En esta última playa, en días de marea baja se forma un banco de arena en el medio del mar, conocido como el «Camino de Moisés»: aunque la referencia bíblica parece obvia, el lugar es realmente paradisíaco. En Maragogi está el que se considera el mejor resort de Brasil, Salinas de Maragogi Resort, que ofrece alternativas diversión para toda la familia y una ubicación privilegiada para disfrutar de la naturaleza.
Porto de Galinhas (Pernambuco)
A 60 km de Recife, la atracción principal son las piscinas de agua cálida y transparente que se forman entre los bancos de coral y a las que se puede acceder en jangadas, unas lanchas planas que permiten navegar sin golpear con los corales. Por su magnificencia, Porto de Galinhas es uno de los destinos más demandados del Nordeste y de todo Brasil, y su barrera coralina alcanza a la playa vecina de Muro Alto, que casi no tiene olas gracias a los tres kilómetros de arrecifes que frenan el movimiento del mar, suavizando al mínimo el oleaje. En la región destacan el Enotel Convention & Spa, el Enotel Acqua Club, Summerville Resort, Nannai Resort & Spa (con sucursal hiper exclusiva en la isla y reserva natural de Fernando de Noronha) y el Viva Porto Galinhas.
Cómo llegar: Salvador, Maceió y Recife son accesibles a través de conexiones diarias desde los principales hubs aéreos del país, como Río de Janeiro y São Paulo, con varios vuelos semanales desde y hacia Buenos Aires. Para fines de 2022, se anunció la apertura de vuelos semanales directos Buenos Aires-Maceió.