Recorrer de noche y de día las sierras de Tandil

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El destino tiene una amplia oferta en materia de turismo para que los visitantes que llegan a la ciudad serrana, además de degustar las tradicionales picadas puedan sumarle a su paladar nuevas variedades de quesos. Esa bienvenida está asegurada. Pero si además de los paseos tradicionales, busca una alternativa que marque la diferencia, entremezcle el ocio, pero conociendo el valor de las sierras, de los paisajes de la cultura y del patrimonio tandilense, hay infinidad de propuestas que brindan desde la Asociación de Guías de Turismo de Tandil.

Una de las opciones es vivir un turismo saludable conectando de manera única con la naturaleza para que los visitantes conozcan y también aprendan a cuidar el medioambiente. Algunos integrantes de la Asociación de Guías realizan visitas guiadas e invitan a recorrer los rinconcitos del Parque Lítico La Movediza, con una propuesta que busca relajarse en cada parada, conectar con el atractivo y con el otro, mientras disfrutan de los relatos, de cuentos y leyendas que relevan la mística que aún mueve a la Piedra Movediza.

Pero cuando el atardecer captura la atención de los transeúntes y la noche se hace presente, también se pueden realizar caminatas nocturnas por las sierras tandileras, percibiendo aromas, sonidos y colores únicos que las sierras ofrecen, a la hora en que el sol y la luna se encuentran “La idea es realizar un recorrido relajado, mientras observamos el atardecer y al anochecer y finalizamos la noche con un ritualcito a la luna y compartimos una picada”, comentan desde la asociación.

Pero las alternativas son infinitas, el Monte Calvario por ejemplo tiene senderos bellísimos y este espacio según los relatos lo convierten en el Calvario más importante de Sudamérica. Una vez en la cima, existe la posibilidad de observar el Cerro Nogales que se encuentra detrás del atractivo, entre los paredones de las antiguas canteras de picapedreros.

Para los niños hay propuestas encantadoras de juegos y descubrimientos en los mágicos senderos, todo esto sucede mientras conocen las sierras, los animales, y las plantas e interactúan con la naturaleza y aprenden. Si bien la propuesta está destinada de 6 a 10 años, los menores de esa edad pueden hacerlo acompañado de un adulto. Para los amantes de los Castillos, la propuesta es subir hasta el Morisco a jugar y compartir la merienda en la cima del cerro.

Y para los que gustan de los relatos, los cuentos y las leyendas la Movediza es otra opción ideal que concluye compartiendo una tarde en la base de la Piedra.

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