Para los pobladores y turistas la Isla Martín García tiene “magia”, quienes la visitan siempre quieren volver y aquellos que vivieron allí y luego emigraron a las grandes ciudades, eligen retornar a habitarla. La naturaleza avasallante, las historias y los personajes forman parte de este destino turístico inolvidable.
Se trata de la propuesta perfecta para experimentar un fin de semana diferente en el que los visitantes podrán pernoctar, o ir y volver en el día.
El encanto de la isla
Martín García está ubicada en pleno Delta bonaerense, pertenece al partido de La Plata y se caracteriza por la diversidad de la flora y la fauna ribereña. En la isla coexisten distintos ecosistemas, el bosque en galería donde abundan el ceibo y el laurel criollo, el monte seco con espinillos, cardones y lapachitos, y la zona de la costa en la que se destacan coronillos y juncos. Cuenta con una gran variedad de especies animales como nutrias, carpinchos, lagartos, lagartijas, yararás, tortugas acuáticas y también con más de 200 tipos de aves.
«Vivir entre la naturaleza más agreste es un idioma que pocos saben leer. Acá hay una importante cantidad de flora y fauna para apreciar y conocer», aseguró Facundo Baraldo Martínez, estudiante de la tecnicatura en producción vegetal orgánica, quien desde hace diez años trabaja en el lugar y hace cinco creó una huerta agroecológica. El joven pasó de residir en el vértigo del microcentro porteño a vivir entre el sosiego del río.
A través de su labor amigable con el medioambiente potencia la riqueza de la tierra que le ofrece frutas y verduras sustentables, pero su objetivo se concentra en ampliar el emprendimiento para poder abastecer a toda la comunidad. El emprendimiento de Facundo se encuentra alejado del área más transitada, por eso suele recibir la visita de quienes realizan una estadía de varios días y se toman el tiempo para recorrer cada sitio.
Mabel Latorre es guía local y experta en la elaboración de conservas y mermeladas. Hace más de cuatro años decidió regresar a la tierra familiar: “La isla tiene magia, tanta historia, tanta vegetación que te atrapa”. Sus preparaciones trascendieron los límites insulares y muchos turistas que regresan a este destino van en busca de esas delicias. Para Mabel la reina de las mermeladas es la de tomate, luego está la de higo y el mix veraniego que lleva frutilla, kiwi, uva, naranja, manzana, pera, durazno y ciruela. Durante el invierno la isla estalla de cítricos y ésta alquimista frutal combina pomelo, naranja, mandarina y limón, para conquistar paladares.
Relatos y curiosidades
Los visitantes que viajan a la isla Martín García llegan atraídos también por la historia, los misterios y las personalidades que pasaron por allí.
“Uno de los lugares más sorprendentes es el de las cruces inclinadas en las tumbas del cementerio”, expresó Mabel Latorre. Según explicó la guía, una de las teorías sobre esa disposición es que pertenecen a cadetes que murieron de fiebre amarilla luego de aplicarse una vacuna en mal estado a principios del siglo pasado. Durante las epidemias de cólera y de fiebre amarilla en la isla se levantaron lazaretos donde los enfermos llevaban adelante su aislamiento. También fue una posta de control sanitario para los barcos con inmigrantes que provenían de Europa.
Otra de los datos curiosos fue la intención del rey belga Leopoldo II de comprar la isla con la idea de ampliar su poderío hacia otros territorios.
Por su parte, el escritor nicaragüense Rubén Darío encontró en este entorno ribereño la tranquilidad necesaria para recuperar su salud, y en la antigua cárcel que funcionó hasta mediados del siglo XX, estuvieron detenidos cuatro presidentes nacionales: Hipólito Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi.
Sobre la superficie insular se extiende la única frontera terrestre entre Argentina y Uruguay, ya que en un extremo se encuentra Martín García y en el otro, Timoteo Dominguez, que pertenece al país vecino. La unión entre ambas islas ocurrió de manera natural en la década del sesenta.
Por sus características únicas, en 1998 fue declarada por la Provincia como reserva natural de uso múltiple.
Un día en la isla
Para quienes quieran experimentar la magia isleña, la empresa Sturla ofrece la excursión de un día que incluye almuerzo y visita guiada. Las salidas se realizan sábados, domingos y feriados a las 09:00 desde la Estación Fluvial de Tigre para regresar al continente a las 19:15, aproximadamente. El trayecto tiene una duración de poco más de dos horas.
El recorrido por Martín García inicia a las 11:15 con una guiada por el antiguo penal militar, el museo histórico, el teatro Urquiza, el centro cívico, la parroquia, la panadería, el barrio chino, la prisión y la casa de Rubén Darío.
A las 13:00 está programado el almuerzo en el comedor Solís, cuya especialidad son los platos caseros a base de productos locales. Luego los visitantes -a quienes se les requiere el pase libre covid- tendrán tiempo libre para recorrer otros sitios turísticos hasta el momento de preembarque a las 16:45.
La isla Martín García deja a la vista que los atractivos naturales e históricos de la provincia de Buenos Aires trascienden el continente.