El cielo es gris plomo y el aeropuerto de Ezeiza respira lento en las madrugadas de invierno, lo cubre una neblina suave que empaña los ventanales y silencia el bullicio de los pasajeros. Afuera, el frío muerde las manos y nos recuerda los 7°C en este lado del continente, mientras adentro las horas se deshacen entre anuncios de vuelos por partir.
Yo espero, envuelta en mi abrigo, con los ojos fijos en el tablero de partidas. Acaricio el borde del pasaporte como quien sostiene una promesa. En mi mente, el Caribe ya canta. Hay sal en el aire, aunque aquí no haya mar, y un sol imaginado me calienta los pensamientos. La espera tiene ese sabor a café tibio y la ansiedad de describir algo nuevo, como cuando te dan un regalo. Afuera llueve y hace frío, pero en mi pecho hay una danza: merengue que se insinúa, palmeras que me llaman. Cada sonido de embarque es una nota en la partitura del viaje. Y cuando el vuelo aparece en pantalla, la nostalgia del invierno se rompe con los mil colores del Caribe.
Un vuelo de la aerolínea Arajet con destino a República Dominicana nos espera. Exactamente al aeropuerto de Punta Cana. Siete horas más tarde y a nuestra llegada nos sorprende un grupo de músicos y bailarines que al ritmo del merengue nos dan la bienvenida. Salimos hacia el hotel Secrets Playa Esmeralda ubicado en Miches, Cana Transfer nos lleva y acompañados por nuestro guía en el país, Carlos Batista, analista de Relaciones Internacionales del Ministerio de Turismo de República Dominicana, quien nos narra cada momento en un sin fin de historias de la isla.
Primer día
Miches tiene 30 mil habitantes. El Gran Santo Domingo tiene tiene 4 millones de habitantes, casi la mitad del país. Entre Santo Domingo y Santiago, que es el primer Santiago de América, porque también hay Santiago en Chile, Santiago de Cuba, Santiago del Estero, la ciudad madre de Argentina. Pero en República Dominicana está el primer Santiago fundado en América. Santo Domingo es la cuna de la civilización americana, llave de las indias occidentales, la Atenas del Nuevo Mundo. Santo Domingo es para América lo que Atenas es aún para Europa, donde todo comenzó. Todos los conquistadores organizaron sus expediciones acá. Francisco Pizarro, Diego Vasquez, Hernán Cortés, y muchos más. «¡Me gustaría haberlos llevado a Santo Domingo!», exclama Carlos, lamentando no tener en agenda ir a la ciudad primada.
Luego de una ruta de 45 minutos entre palmeras y verdes paisajes llegamos a la puerta del Hotel Secrets Resort y Spa ubicado en Miches zona Playa Esmeralda. Nos espera el director comercial, Brian de Jesús, con un cóctel de autor llamado El Amante. Más tarde nos enteramos el por qué; y a continuación más baile, porque si algo saben los dominicanos es divertirse.
Luego de recorrer las instalaciones nos llevan a las habitaciones con una vista de película, privilegiados por la caída del sol y la brisa marina. No nos sorprende que en estas playas se filmen escenas como las de Piratas del Caribe. Con el tamaño y confort de la habitación, no dan ganas de salir, pero el complejo te invita a recorrer, conocer y disfrutar de la playa y sus actividades. No pude esperar para zambullirme en las aguas cristalinas y tibias de esta parte del mundo. El agua me abraza, me arrulla, me conforta. Es una pileta perfecta que invita a quedarse por horas. Las olas te acarician y el sol está en su punto perfecto.
Al medio día disfrutamos del buffet en el restaurante Market Café y a la noche del Restaurante Meraki una experiencia dedicada a los amantes de la parrilla donde cortes premium, mariscos frescos y guarniciones clásicas sé elevan a través del sabor del fuego. Aquí la técnica es precisa, los ingredientes hablan por sí solos y el humo lo cuenta todo. El rey de la noche “Risotto de chivo braseado con filete de res” y “Filete de Chillo (la pesca del día) con puré de yuca en salsa de coco». De postre, Mousse de coco con majarete estilo dominicano. La noche terminó con una degustación de ron, producto marca país y un par de piñas coladas, porque teníamos que probar todo esto en el Piano Bar, con la música de un saxofonista en vivo.
Segundo día
Me despertó el silencio. Acostumbrados a los ruidos de la ciudad, la playa ofrece un paisaje sonoro que nos saca del bullicio y nos invita a relajarnos. Las palmeras danzan con el viento mañanero y el calor va subiendo como el sol en el horizonte. Todo se ve desde la ventana. Caminar por la playa virgen de Miches es un regalo de la naturaleza; preferí la mañana porque acompaña la brisa y la vista de los pescadores saliendo del mar es inolvidable. Recomiendo mucho la salida del sol de esta parte del Caribe, es imposible no conmoverse.
La mañana continúa con un desayuno donde las frutas tropicales son las reinas del buffet. Si están en el Caribe prueben todas las frutas que les ofrezcan. No se van a arrepentir, nunca las encontrarán más frescas y dulces que en su hábitat natural. Papaya, mango, pitaya, guayaba, melón, maracuyá, piña y sandía…todas en su punto más delicioso.
Un dominicano desayuna fruta, café y mangú -una especie de puré suave a base de plátano verde- y después un ron. Por supuesto que exagero: el ron lo dejamos para el almuerzo, ya que como aperitivo el mixólogo Luis Cuevas ha creado distintas versiones en cocteles deliciosos. Pero ahora, es tiempo de actividades al aire libre y con la playa como testigo. Pilates, aquagym, clases de salsa y yoga se pueden disfrutar en todo el hotel.
El restaurante elegido para la cena fue Portofino de especialidad Italiana. Un reflejo de la elegancia y sencillez de la gastronomía italiana pero con ingredientes frescos y de excelente calidad dominicanos. El plato de la noche “Salmone e risotto all´inchiostro”: Salmón con una costra de limón y perejil, vino blanco y arroz marino.
La noche cae en el caribe y sorpresivamente llueve, y es que los dominicanos le dicen la caprichosa del Caribe a esta parte del país. También dicen, que si te está yendo mal, hay que tirarse al mar, pero de espaldas y siete veces. «¡Qué salga lo malo!, grita Kelvin, el bartender del Piano Bar que me acompañó hasta la medianoche cuando me fui descalza y con sombrilla a mi cuarto.
Tercer día
Nuestro día comienza bien temprano porque un Catamarán a las 8 de la mañana nos espera para adentrarnos en el Caribe y descubrir una de sus bellezas naturales más preciadas: la “Media Luna”, una pileta natural que se alza sobre el mar. Un capitán y tres tripulantes nos esperan en el Muelle “El Jumbo” para comenzar nuestra aventura a bordo del catamarán The Carpia Tour, una empresa creada por nativos de Miches que creen en el desarrollo del turismo sostenible. El clima nos acompaña y el calor de la mañana es ideal, y se tiene que bautizar el día con un ron Brugal en la popa mientras navegamos mar adentro. Hasta bailar nos permiten porque la música, el mar y el Caribe nos pedían estar a la altura de las circunstancias. En menos de 20 minutos llegamos a un lugar mágico donde los imponentes arrecifes se alzan en el mar y nos permite caminar sobre ellos, todo es vida nos advierte el capitán, por eso debemos colocarnos calzado antes de entra. La extensión de esta formación natural llamada Media Luna se divisa mejor desde el cielo pero el capitán tiene muy claro donde podemos sumergirnos para disfrutar de los arrecifes. No es indispensable saber nadar, ya que llevan chalecos salvavidas y hay acompañamiento en todo momento. De hecho, se puede caminar.
Recomiendo que puedan aprender a nadar antes de ir, para poder disfrutar de todo lo que ofrece el mar: snorkel, buceo y deportes acuáticos. Tuvimos suerte, pudimos divisar conchas marinas, una estrella de mar y algunos peces.
Media Luna, Bahía de Samaná, República DominicanaVolvimos al muelle y partimos hacia el Hotel Resort Club Med, primer resort en el Caribe de categoría Exclusive Collection en su totalidad, elegante y con sentido de preservación de la naturaleza. Diseñado con cuatro village boutique distintas que brindan una escapada única con servicios exclusivos. En colaboración con el Estado y ProTortuga brinda protección a las tortugas en sus playas.
ProTortuga es una iniciativa ejecutada mediante un acuerdo entre la Asociación de Hoteles y Turismo El Seibo-Miches PROMICHES y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuyo objetivo es garantizar las mejores condiciones para la reproducción de las tortugas marinas en las playas de Miches y Lavacama, a partir de una alianza público-privada-comunitaria que prioriza el desarrollo turístico resiliente y regenerativo en la República Dominicana.
Luego de un recorrido por las instalaciones en la guía de Adrián, el supervisor de recepción, notamos el concepto de todo incluido para Med: hermosa playa, con música en vivo, comida gourmet y parrilla; a la par, cuidado de niños de 4 meses a 17 años y más de 60 actividades para disfrutar.
Luego de nuestro paso por el restaurante del Resort Club Med y el deleite de una parrilla, ensalada de habichuelas y un coco con ron, seguimos viaje para conocer otra joya de la infraestructura hotelera en esta parte de Miches. Nos esperaba Alice Mestri, Coordinadora corporativa de grupos y eventos en Viva by Wyndham, con música, baile y un cóctel de bienvenida. Caminamos para conocer las instalaciones de este amplio resort frente al mar con 535 habitaciones Superior, incluyendo opciones con piscinas privadas, un paraíso ideal para parejas, familias y aventureros. Su concepto está basado en la diversión, por eso ofrece 5 Restaurantes (4 a la carta y 1 buffet), piscina frente al mar con bar en la piscina, entretenimiento nocturno, 4 barras, club infantil y piscina, actividades diarias y deportes acuáticos, paquetes de boda, balneario, instalaciones de fitness y Viva Vibe.
Al caer la tarde nos espera Hairo Galindez en Zemi Miches Punta Cana All-Inclusive Resort, Curio Collection by Hilton, una imponente estructura para disfrutar de la vista al mar desde un resort todo incluido con vista a las aguas cristalinas de Playa Esmeralda. El hotel se encuentra a 90 minutos en automóvil del Aeropuerto Internacional de Punta Cana, en una playa exclusiva cerca de la montaña Redonda. Tiene más de 10 restaurantes y bares, cuatro piscinas y toboganes acuáticos. Los huéspedes del Club Azure y del bungalow tienen acceso a opciones de restaurantes adicionales y a una piscina en la última planta. También un spa de servicio completo y 10.000 mts² de espacio para eventos. Pero lo más impresionante y cautivador de este gran hotel es la historia detrás de la elección de cada pieza de decoración, nombre y detalle.
Hairo Galindez, Gerente de Marketing, un apasionado y talentoso profesional de turismo, nos contó con orgullo la conceptualización que requirió llegar a esta impresionante estructura y recordó que la historia está marcada por un sin fin de mitos y leyendas que hacen parte del espíritu taíno. Para él, es fundamental el profundo respeto por la historia, las raíces y la cultura, lo que hace de este complejo un museo en el corazón de la naturaleza.
Su gastronomía destaca los platos típicos dominicanos con toques gourmet, pero sin perder su esencia caribeña. El Chef Ejecutivo, Frankelly Castillo, nos contó que en el restaurante “Yuca” sirven sancocho, ajiaco y otras delicias que comparten con países hermanos como Colombia.
Cuarto día
Amanece en Miches y la playa tiene aromas de lluvia. Aún se sienten las últimas gotas que cayeron durante la noche en la arena húmeda. El clima es perfecto para un paseo y explorar la ruta del Cacao. En nuestro camino de ida, con Eco Tours, nos cuentan que República Dominicana es el mayor exportador de cacao orgánico del mundo.
Nos recibe Eduardo, la tercera generación en Cacao Caducito. Su abuelo fundó en 1947 esta plantación que aún conserva la manera orgánica y natural de cultivar. Él y su familia nos guiaron en un recorrido por el proceso del cacao desde una pequeña planta, hasta su recolección, fermentación, secado, procesado y degustación. 45 mil hectáreas de cultivo de cacao y árboles frutales en un entorno 100% natural. El cacao se consolida como uno de los principales productos de exportación agrícola de la República Dominicana, sólo superado por el azúcar, las materias plásticas y las perlas finas o piedras preciosas.
Del campo y la sombra de las plantaciones de cacao, subiremos 1000 metros para tener unas de las mejores vistas de la isla, Montaña Redonda. Se trata de una montaña ubicada en el municipio de Miches, en la provincia de El Seibo, que tiene como especial característica que desde la cima se observa una panorámica de 360 grados. Pero no sólo eso; desde ahí, se admiran diferentes postales en cada punto cardinal: la Bahía de Samaná, las cordilleras de Miches, la playa Costa Esmeralda y las lagunas El Limón y Redonda; esto es parte de lo que hace único a este destino. La subida es en camión, pued el terreno necesita de tracción. La naturaleza nos saluda y las aves surcan el cielo. A medida que subimos el paisaje se hace impetuoso y nos abraza la brisa del mar que se cuela entre las montañas. En 20 minutos llegamos a la cumbre y podemos divisar una vista privilegiada. Arriba se puede hacer un paseo en bicicleta con rieles en altura, subir en un columpio con la sensación de estar volando por el aire, aumentar el vértigo con el mirador en 360 y disfrutar del silencio tirado en hamacas (columpios). También ofrecen parapente, buggies, paseo a caballo y tienen una tienda de souvenirs. La subida a la montaña tiene un valor aproximado de 7 dólares.
Nuestra estadía cambia de playa y ahora nos encontramos en Punta Cana, Serenade All Suites es nuestro destino y nos esperan con un cóctel de bienvenida en el Elite Lounge. Anthony Adams gerente de Marketing, nos brinda un recorrido por el hotel y nos cuenta que tiene 300 habitaciones, distintas opciones para solo adultos y un conjunto de actividades para disfrutar dentro del hotel y la playa. Fiestas temáticas, animadores en las piletas, discoteca y teatro, entre otras opciones
Muchas personas han elegido este destino, el hotel está en su 88% de ocupación.Almorzamos con vista al mar en el restaurante La Palapa y cenamos con un show culinario del chef Kendy Segura al mejor estilo japonés en Koi.
Presenciamos el ocaso en Punta Cana y con él la promesa de conocer lo mejor de la noche que está por llegar. Arribamos a Down Town, una plazoleta donde se ubican distintas discotecas, bares y un casino. Coco Bongo se ve desde lejos y un humo sale de su puerta. Luces y animaciones surcan el cielo y nos invitan a pasar porque el show ya comenzó. Para los amantes de las fiestas hay un antes y un después de esta experiencia. Coco Bongo es un templo donde se combinan con maestría elementos de discoteca, teatro y circo, ofreciendo shows de alta energía con bailarines, acróbatas y música variada. La experiencia la describiré como un éxtasis que va en aumento, la adrenalina sube con tributos a artistas famosos, números inspirados en películas y efectos especiales. La discoteca está llena pero se puede caminar, puedo apreciar que cada rincón está pensado para disfrutar, pasan cada tanto mozas que te tiran bebidas en la boca y te hacen bailes exóticos, no aptos para cardíacos. Aparece de repente el personaje icónico de la máscara y todos quieren una foto. Las horas pasan volando y el telón se cierra, nos queda una sensación de poco y la fiesta sigue en la discoteca del Serenade All Suites.
Sexto día
Las mañanas en el Caribe huelen a fruta fresca, a café negro y a brisa marina. Con esa sensación comienza el último día en este paraíso. Todavía nos queda una ruta por descubrir, la del tabaco. José nos recibe con un caluroso saludo y nos permite conocer cómo se elaboran los tabacos dominicanos en Don Lucas Cigarros en un Mundo Auténtico. Pasamos a la fábrica en donde dos expertos armadores de tabaco trabajaban sin interrupción para lograr 1400 tabacos por día, cada uno 700 en jornadas de ocho horas de trabajo. La velocidad y maestría dan cuenta de su experiencia en este arte ancestral. El control de calidad se hace de manera minuciosa para llegar a un 75% de perfección. Cada tabaco tarda de dos a tres años para llegar a su punto de secado. En la región norte de la isla se encuentra el Cibao, la meca del cigarro en República Dominicana, allí se ubica la capital del tabaco llamada Tamboril Santiago del Caballero. José nos dice que allí, papá Dios se secó el sudor y creó una tierra fértil y aromática para esta planta. En el recorrido nos cuentan que mucho antes del “descubrimiento” los indígenas cosechaban y fumaban tabaco como un símbolo de paz entre los pueblos.
La última noche en el Serenade All Suites nos sorprendió con una fiesta de blanco en la playa con un show de malabares con fuego y música que nos invitaba a no abandonar este paraíso. El Caribe se queda atrás como un sueño tibio que aún perfuma la piel. La brisa, el salitre, las carcajadas bajo el sol… todo cabe en una maleta que no pesa por lo que lleva, sino por lo que deja.
En el avión el cuerpo comienza a recordar el frío: Buenos Aires espera con su invierno gris y su cielo de nubes apretadas. Pero algo ha cambiado. En el alma, la arena sigue pegada, los ritmos siguen vivos, y la mirada ha aprendido a ver la belleza del mar.
Volver no es lo mismo que partir. Ahora hay historias en el equipaje, sabores que no se olvidan, rostros que se llevan en el corazón, y una gratitud honda que abriga más que cualquier abrigo. Gracias por tu calor, sabor y hospitalidad, República Dominicana.
Texto e imágenes de Ányela Velandia, enviada especial de Radio TV Turística.