Romper con la rutina en el verano también puede ser una gran ocasión para adoptar nuevos hábitos más saludables, y estas recomendaciones te ayudarán a saber cómo. En el verano todo parece prestarse para que confundamos el relax de las vacaciones con peligrosas “licencias” en el cuidado de nuestra salud. Y cuando queremos darnos cuenta, probablemente ya hemos caído en algún exceso.
En el verano todo parece prestarse para que confundamos el relax de las vacaciones con peligrosas “licencias” en el cuidado de nuestra salud. Y cuando queremos darnos cuenta, probablemente ya hemos caído en algún exceso.
¿Cuál es la estrategia ideal para evitarlo? Implementar las maneras, en lo posible, de que cuidarse sea fácil y sencillo (porque quebrarnos y marcar todos los días el número del delivery es, ante todo, abrumadoramente fácil y sencillo). Encontrar las maneras de darle al cuerpo exactamente lo que necesita de una manera totalmente compatible con la vida relajada que queremos llevar en vacaciones, y de deshacerse de lo que no nos hace bien.
La clave es detoxificar el organismo y, para eso, no hace falta esperar hasta el fin del verano, porque hay una manera sencilla de cuidarse en esta misma época, en que los helados, las tardes de tapas y tragos con amigos y las “pausas” que nos damos en la práctica de ejercicio físico pueden repercutir sobre nuestra salud, más allá del temor de que al llegar el otoño nuestro pantalón preferido haya dejado de calzarnos.
Los siguientes consejos son claves para quienes han decidido que el verano no sea una excusa para olvidarse de la salud –más allá, por supuesto, de los necesarios cuidados por el COVID-19– y que, incluso, puede ser una inmejorable oportunidad para detoxificarse. Y, por qué no, placenteramente.
1- Cocinar en casa. Lo que abunda en los restaurantes y sería bueno que no abunde y en casa son, sobre todo, la sal y los aderezos potenciadores del sabor. Si comemos afuera con frecuencia, nuestro cuerpo lo sentirá al final del verano. Por otra parte, en casa es posible elegir mejor los ingredientes y controlar mejor las grasas e hidratos de carbono que consumimos.
2- Armar el menú con frutas y verduras. Son los alimentos mejor rankeados por los nutrientes esenciales que proporcionan a nuestro cuerpo, a diferencia de los comestibles grasosos y ultra procesados, que ni siquiera deben ser considerados “alimentos”. Las verduras de hoja verde favorecen las funciones hepáticas y contribuyen a depurar el organismo.
3- Reducir al mínimo las gaseosas, el café y el alcohol. El cuerpo en verano debe estar siempre hidratado, y el hidratante por excelencia es el agua: nada la reemplaza. Las infusiones como el té y el mate son una buena opción para variar. Pero es importante recordar que las bebidas alcohólicas no son hidratantes sino todo lo contrario, lo cual en verano puede ser muy peligroso y se suma a los consabidos riesgos del consumo de alcohol. Y en cuanto a las gaseosas y
refrescos, su efecto refrescante no debe engañarnos: su consumo es un claro factor de sobrepeso y obesidad.
4- Realizar cinco comidas al día. Los estudios sobre nuestro ritmo biológico aseguran que un esquema organizado de cinco comidas diarias, sin saltearse ninguna, ayuda a que el metabolismo funcione regularmente, quemando las grasas de manera más eficaz a lo largo de todo el día.
5- Incorporar alimentos con propiedades detoxificantes. Además de ser sabrosos y poder ser incluidos en una enorme variedad de recetas, el apio, hinojo, brócoli, rúcula, limón, jengibre, calabaza, remolacha y zanahoria poseen probados beneficios como complemento de las funciones hepáticas, que regulan la química del organismo. Una opción muy interesante es beber jugos de hojas verdes en el desayuno o la merienda.
6- Entre comidas, snacks saludables. Para algunos, las tentaciones del “picoteo” entre comidas pueden ser inevitables, pero hay una solución para eso, que puede ser útil tanto en vacaciones como en temporada laboral. Los snacks saludables son productos diseñados específicamente para brindar saciedad en esos momentos en que el hambre nos asalta fuera de hora. La línea Protéifine de Ysonut cuenta con un amplio surtido de productos funcionales incluso a las dietas más exigentes, con un alto valor nutritivo y muy bajo aporte calórico. El Pack Snack ofrece una opción ideal para las vacaciones, con una variedad de snacks saludables que incluye barritas, galletitas dulces y saladas de diferentes sabores para diferentes momentos del día. (Tienda)
7- Colaciones más ligeras. Con menos contenido graso y menos harinas e hidratos de carbono procesados. Cuidado con los postres, la cerveza y las gaseosas.
8- Dormir bien. Está comprobadísimo que un sueño de calidad –idealmente, unas ocho horas–, entre otros beneficios del descanso, activa los mecanismos de limpieza del organismo.
9- Luego, volver a la rutina en forma gradual con actividad física. Si al romper la rutina por las vacaciones te has tomado una pausa en la actividad física no olvides retomarla; y si no la tenías incorporada, es una excelente ocasión. Para quienes no son amantes del deporte, las caminatas diarias de 30 minutos harán una diferencia que se siente en el cuerpo. Incluso subir y bajar escaleras trae sus beneficios. O actividades como el yoga, que pueden ayudar a equilibrar el bienestar físico y el emocional. Todo es cuestión de encontrar la actividad física que mejor se adapte al estilo de vida de cada uno.
Protéifine de Ysonut se encuentra permanentemente innovando para ofrecer más y mejores opciones al cuidado integral de la salud, con los últimos conocimientos e investigación propia en cronobiología aplicada a la nutrición y a las formas más eficaces de mantener un peso saludable y un equilibrio integral en la vida cotidiana.